¿Qué es?
Es
un trastorno genético en el que una persona presenta 47 cromosomas en su
cariotipo en lugar de 46. Hace que la persona presente anomalías físicas y
retraso mental y social, aunque existen diferentes grados de gravedad. Todo
esto puede generar diversos problemas a lo largo de su crecimiento.
A
día de hoy existen tratamientos que, aunque no erradican los problemas del
síndrome de Down en su totalidad, sí permiten a la persona poder tener una vida
independiente y productiva.
El
síndrome de Down recibe su nombre por John Langdon Haydon Down, un médico
británico que en 1866 describió por primera vez las características clínicas,
aunque desconocía las causas. La trisomía 21 no sería descubierta hasta 1958
por el genetista francés Jérôme Lejeune.
Diagnóstico
El
diagnóstico se puede hacer antes del parto o después del nacimiento. Cuando ha
nacido el niño se sospecha el diagnóstico por la exploración física y el
fenotipo (por los rasgos faciales y características físicas), pero el
diagnóstico definitivo lo da el análisis de los cromosomas (cariotipo). Las
pruebas diagnósticas antes del parto se recomiendan en las mujeres mayores de
35 años o si las pruebas de screening (ecografía y analíticas) dan un alto
riesgo de tener un niño con síndrome de Down. El diagnóstico prenatal consiste
en realizar una biopsia de vellosidades coriónicas (en la octava semana de
embarazo) o bien una amniocentesis (en la semana 16 del embarazo). Ambas
pruebas deben estar bien indicadas ya que existe el riesgo de aborto
espontáneo.
Síntomas
Los
niños afectos con síndrome de Down pueden asociar algunas enfermedades. Es
importante recordar que no todos los niños que presentan la trisomía 21 han de
padecerlas. Las alteraciones más frecuentes son:
Malformaciones
cardíacas congénitas
Problemas
auditivos y visuales
Problemas
hormonales (endocrinos)
Alteraciones
neurológicas
Anomalías
intestinales
Todas
estas enfermedades requieren un seguimiento específico desde el nacimiento, y
todas tienen tratamiento.
Tratamiento
Es
fundamental el diagnóstico precoz, para orientar correctamente a las familias y
ofrecer, al niño con síndrome de Down la mejor estimulación. Se trata de un
trabajo multidisciplinar que intenta paliar, en lo posible, los efectos del
síndrome en el desarrollo del niño. Los programas de Atención Temprana son
fundamentales para estimular a nivel sensorial y motor al niño con síndrome de Down.
Gracias al adecuado seguimiento y tratamiento de los problemas médicos de los
niños con síndrome de Down, pueden tener una calidad de vida aceptable y su
esperanza de vida media es de unos 60 años.
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